Flor de Pascua: Haz que brille más allá de la Navidad
Toma nota de estos sencillos consejos para alargar la vida de una planta delicada por naturaleza.
La Navidad es una temporada del año en la que todo se llena de luz y de color a nuestro alrededor. Junto con las luces y los árboles de Navidad, las flores de Pascua se convierten en parte indispensable de la decoración de estas fiestas. Aunque la clásica es la que posee las hojas en color rojo, también existen las variantes en blanco y rosa. Sea cual sea el color elegido, ver una flor de Pascua es signo de que la Navidad está cerca. Sin embargo, el origen de esta planta no tuvo lugar en la tierra de Papá Noel. La poisenttia es originaria de México, en concreto, de la región de Taxco de Alarcón. Se trata de una planta propia de zonas tropicales y su expansión se produjo gracias a su uso decorativo en los altares de las iglesias.
De hecho, su expansión por el resto del mundo llegó de la mano de los frailes franciscanos, encargados de colocarlas en sus templos. Muchos relacionan su uso en Navidad con la decoración cerca de los nacimientos en dichas iglesias. Años más tarde, será el embajador de los Estados Unidos en México, Joel Roberts Poinsett, quien se llevó unos esquejes consigo hasta Norteamérica y como ya se sabe, de Los Estados Unidos al cielo. En poco tiempo la flor de Pascua se convirtió en todo un icono de las fiestas navideñas.
María Patiño conuna flor de Pascua./Gtres
Sin embargo, y como seguro que muchos de nuestros lectores piensan, tan común como la propia planta es su corto nivel de supervivencia. Es un hecho, conservar en buen estado la flor de Pascua más allá de la Navidad no es tarea fácil. Que esta planta encuentre un buen lugar donde acomodarse es el primer paso que debemos tener en cuenta. Las condiciones de temperatura, luz y riego son vitales para su longevidad. Encontrar la virtud como término medio no es tan complicado si se siguen unos pequeños pasos que resumimos a continuación:
Flor de Pascua de Mercadona./Mercadona
Atención al ambiente: A la flor de Pascua no le gustan los ambientes extremadamente secos. Es importante alejar a la planta de los radiadores ya que, en caso contrario, la caída de sus hojas será casi inmediata. Mantener el nivel optimo de humedad en la estancia en la que coloquemos nuestra poisenttia puede garantizar más del 50% del éxito de su supervivencia.
Importancia de la luz: Para cualquier planta es muy importante recibir luz. Sin embargo, en el caso de la flor de Pascua las condiciones de iluminación no pueden ser cualquiera. A la poisenttia le encanta la luz, sin embargo, los expertos aconsejan que no le de la luz directa ya que puede quemar sus hojas.
No a las corrientes: Cuando vayamos a ventilar la habitación en la que se encuentra nuestra Flor de Pascua, es conveniente alejar la planta de las corrientes de aire. También se recomienda evitarlas de cotidiano (no dejar la plata cerca de una puerta o una ventana).
A la hora de regar: Según indican los amantes de la poisenttia, es muy recomendable mantener siempre húmeda la tierra de la planta regándola un par de veces a la semana, un riego que variará dependiendo de la temperatura del lugar donde se encuentra. Lo más importante a este respecto es recordar no encharcarla, ya que podría provocar la podredumbre de las raíces. El riego indirecto llenando un plato bajo la maceta de 10 a 20 minutos puede ser un buen truco. Recuerda, si las hojas oscurecen significa que puede estar empachada de riego.
Flor de Pascua de Lidl./Lidl
Seguidos estos pasos durante la temporada de floración se recomienda añadir fertilizante líquido en el agua con la que la reguemos y se debe valorar la posibilidad de un trasplante una vez haya perdido las hojas. Para podar la planta, generalmente a finales de enero cuando ha perdido todas sus hojas se recomienda cortar los tallos dejándolos a unos 10 cm de altura. Una vez cortados los tallos es conveniente sellar el extremo con cera de vela derretida (la sabia es irritante para la piel por lo que se deben utilizar guantes en todo el proceso).